Solo la veo a ella por última vez,
mientras tú entras sin remedió allá; quizás
en otro momento hubiese entrado contigo
y bebido de tus labios fríos.
El último rayo de sol ante tú piel,
te la llevas contigo, ¡egoísta!
se va; tal y como la vi junto contigo,
el frío de estos bloques la encierran contigo. Se van juntos.
Me despido de ella, sin saber si ella aún esta viva...